domingo, 13 de marzo de 2011

Segunda evaluación

Este relato consiste en describir un lugar cotidiano de una manera fantástica y fuera de lo común

El supermercado

Como todos los sábados, mi madre se despertaba temprano tomaba su café matutino y se vestía con ropa deportiva para ir al supermercado. Aquella mañana, al escuchar las llaves abriendo la puerta, desperté lo más rápido que pude y le dije que esperara por mí, quería acompañarla. Fuimos al carro, y como cualquier niño tuve que esperar que mamá abriera la puerta, me sentara en el asiento trasero y me colocara el cinturón de seguridad, uno nunca sabe lo que puede pasar, dice siempre mamá. Me pareció que condujo una eternidad, estaba tan ansioso por conocer ese lugar. Al llegar solté el cinturón y me bajé corriendo, me gritó: “ten cuidado, quédate a mi lado”, conteniendo mis ganas de correr, la obedecí...

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